Fosfatos

En química, los fosfatos son las sales, aniones (ion con carga negativa), grupos funcionales o ésteres derivados del ácido fosfórico. También llamado ácido ortofosfórico, este compuesto químico pertenece a los oxácidos y su fórmula es H3PO4.

Los fosfatos u ortosfatos tienen un rol esencial en la ecología y son importantes en la agricultura y la industria.

El fosfato en la naturaleza

En jardinería, se usan abonos ricos en fosfato cuando se desea potenciar la floración de las plantas. Además, la falta de estos compuestos limita su crecimiento. Por el contrario, una excesiva cantidad de fosfato produce la proliferación excesiva de plantas y algas.

De esta manera, cuando las aguas residuales urbanas vienen cargadas con fosfatos, procedentes de los detergentes, son causa de la eutrofización de las aguas: ríos, lagos, embalses y mares. Eutrofización significa en griego ‘bien alimentado’. Así, las aguas ricas en fosfatos desequilibran el ecosistema acuático, al producir la proliferación de las algas.

A su vez, las algas consumen el oxígeno del agua para poder desarrollarse. También lo hacen cuando se descomponen. De esta forma, efectan a la fauna, que se ve obligada a competir por el oxígeno.

Los fosfatos están presentes en la naturaleza en forma de minerales que lo contienen. La apatita es un grupo de minerales fosfatados que agrupa a la fluorapatita, la clorapatita y la hidroxiapatita. Forman a menudo cristales hexagonales. Sus colores van desde el blanco hasta el verde, pasando por los amarillos; también los hay incoloros.

Productores de fosfatos

Tres son los principales países exportadores de fosfatos: China, Marruecos y Estados Unidos, que se reparten el 70 % de la producción mundial.

Proceso de fosfatado

En la metalurgía, el fosfatado es un tratamiento que reciben los metales como protección frente a la corrosión (pasivación). Consiste en depositar una capa cristalina de fosfato no soluble sobre la superficie del metal.

Las piezas de hierro o acero se sumergen en una solución de ácido fosfórico en la que previamente se ha diluido un fosfato metálico. Los fosfatos más usados para la fosfatación del metal son el manganeso, el hierro y el zinc. Antes de la inmersión, se limpian y preparan las piezas de metal. Además, se puede aplicar la solución de fosfatado en esprái en piezas excesivamente grandes para el baño (aspersión).

La solución se calienta a una temperatura de que puede alcanzar los 99ºC. El tiempo de fosfatado depende del espesor que se desee aplicar en el metal. El fosfatado proporciona una película superficial delgada que se adhiere al metal. Este recubrimiento sirve como base para pinturas, ya que facilita su adhesión y evita la corrosión. Además, mejora la lubricación en procesos de embutición y conformado.

En el proceso de fosfatado, el ácido fosfórico reacciona químicamente con el metal. Como resultado, se produce la precipitación de las sales de fosfato en él disueltas, que se depositan en la superficie de la pieza.

En la industria, el ácido fosfórico se usa en otros campos, por ejemplo, el de la alimentación: las dos conocidas bebidas gaseosas de cola lo incluyen como ingrediente en su fórmula (E-338). La leyenda urbana que habla de eliminar el óxido con el popular refresco es cierta: es precisamente el ácido fosfórico el que desoxida el metal.