¿Por qué es importante no derrochar agua? ¿Qué puedes hacer tú para ahorrar agua en casa?
Índice
Introducción
El agua cubre el 70 % de la superficie de la esfera terrestre. Un 96,5 % de esta agua la constituyen los mares y océanos, es decir, es salada. Dicho de otra forma: solo un 3,5 % del agua del planeta es dulce. Además, el 70 % del agua dulce se concentra en los glaciares, es decir, está congelada.
¿Qué nos queda? Los acuíferos subterráneos concentran el 30 % del agua dulce y los ríos, aproximadamente, el 1 %. El resultado de la ecuación es que solo un 0,025 % del agua de la Tierra es potable. De cada 10 000 litros de agua, solo son potables 2,5 litros.
¿Necesitas más razones para ahorrar agua? El agua es un recurso agotable. Finito. Así que vamos a ver cómo reducir el consumo de agua en el hogar.
¿Cómo ahorrar agua en casa?
¿Dónde y cómo consumes el agua? Estudiar estos dos temas es el primer paso para reducir el gasto de agua. Para simplificar este análisis, dejaremos de lado el riego de las plantas del jardín o la terraza, pues este asunto merece su propio artículo. Nos centraremos, pues, en el baño y la cocina.
Cocina
A través de las tomas de fontanería, las tuberías de tu cocina suministran agua a sobre todo tres consumidores: lavavajillas, lavadora y grifo del fregadero.
En el caso de los electrodomésticos, el ahorro pasa por escoger dispositivos eficientes en el consumo de agua. Un lavavajillas optimizado puede ahorrar entre un 10-20 % de agua; por su parte, una lavadora puede ahorrar incluso el doble.
En cuanto al fregadero, los grifos con boquilla aireadora consumen menos agua que los normales. Además, aquí debes tener muy presente el significado de caudal. Según la RAE, la definición de caudal es:
- m. Fís. Cantidad de un líquido que fluye en un determinado lugar por unidad de tiempo
En fontanería, el caudal de un grifo se mide en litros por minuto. Así que tienes dos formas de reducir el caudal: recortando los litros o los minutos. El grifo con aireador reduce el volumen de líquido. Pues bien, el tiempo lo puedes reducir cerrando el grifo cuando no lo uses, por ejemplo.
Baño
En el baño la demanda de agua se concentra en el lavabo, el bidé, el inodoro y la ducha o bañera. Dejemos el WC para el final. Y veamos primero qué puedes hacer respecto a los grifos.
Para el grifo del lavabo aplica los mismos trucos que para el del fregadero. Es decir, instala un aireador de grifo para reducir el caudal. Y cierra el agua siempre que te sea posible. Ya sabes, por ejemplo, no dejes correr el agua cuando te laves los dientes.
En el caso de baños públicos, puedes instalar un grifo con limitador de tiempo que interrumpa el agua automáticamente después del periodo programado. O incluso a través de sensores. En este caso el agua solo fluye cuando están las manos debajo del grifo, por ejemplo.
Lo mismo se aplica a el grifo de la ducha y la bañera. Ahora bien, ¿tienes un grifo con válvula desviadora? En este caso has de saber que muchos de estos grifos tienen fugas. Es decir, dejan escapar una buena cantidad de agua en alguno de sus modos.
Es común que sea la presión del agua la que desvía el flujo en los grifos con válvula desviadora. Y si el mecanismo no sella bien, el grifo puede gotear y perder varios litros por minuto, por ejemplo, cuando activas el modo ducha. Así que comprueba que este no sea el caso si tu bañera tiene un grifo de este tipo.
Antes de pasar al inodoro, recuerda que usar detergentes ecológicos y jabones sin fosfatos ayuda a frenar la eutrofización de las aguas. Por ejemplo, puedes usar nueces de lavado para lavar tu colada.
Inodoro
En el inodoro doméstico, es imprescindible que el mecanismo de descarga sea dual. Además, si tu cisterna es antigua, considera cambiarla por una moderna: funcionan igual de bien con un volumen de agua mucho más reducido.
Por otro lado, ¿no es una pena que el agua residual del lavabo no te sirva para tirar de la cadena? ¡Pues si quieres reciclar las aguas grises, solo tienes que instalar un inodoro con lavabo! Este aparato recicla el agua potable que usas para lavarte las manos, acumulándola en una cámara. Además, si has usado agua caliente, el calor se conserva para precalentar el agua fría la siguiente vez que lo uses. ¿Acaso no es una idea magnífica?
Por cierto, las aguas grises son aquellas que provienen de lavar los cacharros en la cocina, la ropa en la lavadora o las manos en el lavabo. O mejor dicho, las aguas grises son todas las que no son cloacales, es decir, las aguas negras. Estas aguas negras, como resultado de arrastrar el excremento, contienen bacterias fecales, como la escherichia coli. Pues bien, reciclar aguas grises en el inodoro es otra estupenda forma de ahorrar agua.
Conclusiones sobre cómo ahorrar agua en casa
En la cocina, sustituir los electrodomésticos por otros eficientes es una buena manera de ahorrar agua. En el baño, lo son instalar grifos con aireador y cerrar el agua cuando no la usas. Además, si el grifo de tu ducha tiene válvula desviadora, comprueba que esté libre de fugas.
En otro orden de cosas, si tienes jardín puedes plantearte recoger las aguas pluviales para reciclarlas, por ejemplo, en el inodoro. Si no, puedes recuperar tus aguas grises para el mismo fin. O bien instalar un inodoro lavabo.
Y, recuerda, solo dos litros y medio de cada diez mil son potables. El agua no es un recurso inagotable. ¡Así que haz todo lo que esté en tu mano para no derrocharla!
P.D.: si en tu baño y cocina tienes grifos con válvulas independientes para el agua fría y la caliente, ¡cámbialos por un monomando! Los grifos monomando conservan la mezcla de agua. De esta forma, podrás detener el flujo sin escaldarte (o viceversa).