En cualquier negocio el producto es solo media ecuación. La otra mitad consiste en el envoltorio en que presentarlo. Ello brinda la posibilidad de lograr un impacto positivo en el cliente. O de lo contrario. De ahí el valor de las bolsas sostenibles para comercios. Bolsas ecológicas que ofrecen a tu empresa la oportunidad de hacer brillar tu producto con luz propia sin comprometer las metas propuestas por la ONU para 2030.
¿Pero con qué sustituir las bolsas de plástico de tu comercio? La alternativa se debe basar, para empezar, en materiales respetuosos y amigables con el medioambiente. Es decir, materias primas reciclables, biodegradables, compostables. En segundo lugar, no hay que dejar de lado el aspecto tantas veces olvidado: la fabricación. ¿Cómo se fabrican las bolsas? ¿Dónde se fabrican? Y no menos importante: ¿quiénes las fabrican y en qué condiciones lo hacen?
Índice
Los materiales favoritos de Bolsalea
Bolsalea es una compañía alicantina fundada en 2009 con un objetivo en mente: reducir las bolsas de plástico de usar y tirar. El equipo de Bolsalea se dirige en exclusiva a empresas y está especializado en el diseño de un sinfín de envoltorios sostenibles: bolsas, cajas y sacos, pero también guardatrajes y fundas para todo tipo de productos: gafas, cascos, bicicletas… O incluso fundas para reposacabezas de asientos de cines.
Para confeccionar su producto, Bolsalea usa diversos materiales. En el caso del algodón, apuestan tanto por algodón reciclado como por algodón orgánico con sello GOTS —que certifica que no se usan pesticidas ni transgénicos en su cultivo—. Se trata en en ambos casos de una materia prima biodegradable, reutilizable e incluso compostable. Como también lo es la tela no tejida, o TNT, un material resistente que soporta años de uso. El empleado por Bolsalea es reciclado (75-80 %) y cuenta con los certificados BRC (apto para contacto con alimentos) y OEKO-TEX (sin sustancias nocivas para la salud).
Por otra parte, la empresa trabaja con una de las fibras más sostenibles del momento: el cáñamo. He aquí una planta cuyo cultivo apenas requiere tierra y agua. Además, el cáñamo resiste de forma natural a las plagas, por lo que tampoco precisa pesticidas. Como los materiales anteriores, es reutilizable, reciclable, compostable y biodegradable. El sello GOTS asegura su producción sostenible desde la fase de recolección hasta la manufactura del producto final.
Papel ecológico —proveniente de bosques bien gestionados con certificados PEFC y FSC—, papel reciclado, yute o, incluso, restos de tejidos de tela vaquera que se reaprovechan completan el catálogo de materiales sostenibles de Bolsalea.
En cuanto a las tintas para la personalización de la bolsa, son ecológicas, basadas en agua y libres de alcohol o compuestos tóxicos. De esta manera, resultan aptas para estar en contacto con alimentos. Como adhesivo, se apuesta por pegamento sin disolventes con base de agua.
Ahora bien, como decíamos, en la sostenibilidad no solo es importante el qué. También son cruciales el dónde y el cómo. Bolsalea produce en España. A fin de crear empleo en zonas donde no encontrar trabajo no resulta fácil, su equipo coopera con talleres rurales.
Por otro lado, parte de la confección se desempeña en talleres que dan una segunda oportunidad a personas en riesgo de exclusión social a quienes, con arreglo al Objetivo n.º 8 —Trabajo decente y crecimiento económico— de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, se paga a un salario justo y digno.
Conclusión
Así pues, por todo lo dicho, solo queda invitar a todas las empresas interesadas en lograr ese impacto positivo en sus clientes a visitar el catálogo de productos sostenibles para paquetización de Bolsalea. Desde su página web se pueden consultar medidas, materiales y colores. Así como configurar la posible personalización del diseño. Todo ello de forma clara y concisa.