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Cómo elegir el inversor adecuado para tu sistema de energía solar

Se puede producir y controlar la electricidad usando la luz del sol como fuente de energía. ¿La razón? El efecto fotoeléctrico, un fenómeno descubierto en 1887 por Heinrich Hertz. Gracias a materiales como el silicio, la radiación luminosa genera en la celda solar un flujo de electrones que viajan siempre en el mismo sentido, es decir, corriente continua (CC). Los hogares, sin embargo, usan por lo general corriente alterna (CA). Esto hace del inversor solar una pieza clave de la instalación fotovoltaica, ya sea de autoconsumo o conectada a la red eléctrica:

inversor para placas solares
Inversor para placas solares en la fachada lateral de una vivienda unifamiliar

Funciones básicas de un inversor solar

A la hora de recabar información sobre los componentes de una instalación fotovoltaica, una búsqueda casi forzosa es inversor placas solares. «Invertir» significa ‘cambiar la posición, el orden o el sentido de algo’. He aqui, justamente, la función del inversor: convertir la electricidad generada por los módulos solares en energía apta para alimentar los electrodomésticos, las luminarias y los aparatos electrónicos de una vivienda.

Al mismo tiempo, el inversor solar se ocupa de almacenar la energía sobrante en baterías. O, en su defecto, en instalaciones conectadas a la red eléctrica, de verter dicha corriente en ella. Vistas las funciones básicas del dispositivo que nos ocupa, veamos cómo elegir el inversor adecuado para un sistema de energía solar.

Tipos de inversores solares

Distribuidores como ESTG (www.estg.eu) ofrecen al instalador varios tipos de inversores solares. Se resumen los más comunes a continuación:

  • Inversor de cadena. Las placas se conectan en serie para formar una cadena o string. La corriente resultante se conduce —toda ella— al inversor solar. De ahí que este sistema también sea conocido como inversor centralizado. Se suele instalar en el garaje o el lateral de la vivienda. Presenta como ventaja su bajo coste. Como inconveniente, solo resulta aconsejable en tejados despejados, libres de obstáculos y sin sombra en los que las placas se instalan en una única vertiente.
  • Microinversores. Son los llamados inversores distribuidos por ubicarse de forma individual en cada módulo. Con ellos se obtiene CA en la salida de cada placa. Son más costosos, pero también más eficaces si existen obstáculos —chimeneas, árboles u otras construcciones— o zonas con sombra, así como en situaciones en las que los paneles no presentan la misma orientación (por ejemplo, en tejados irregulares).
  • Inversor MPPT. La potencia máxima de un panel fotovoltaico cambia según la radiación solar, la temperatura ambiente y la temperatura de la celda solar. El algoritmo MPPT, siglas de Maximum Power Point Tracking, trata de obtener la máxima potencia de cada módulo. Para ello comprueba el voltaje del módulo y lo compara con el de las baterías a fin de ajustar la salida para optimizar la corriente de carga. Puede, asimismo, suministrar CC a cargas conectadas directamente a una batería. Los inversores MPPT mejoran el rendimiento de la instalación en caso de niebla, lluvia, clima frío, baterías en descarga profunda, etc.

Pautas para elegir un inversor para placas solares

Hay que preguntarse, en primer lugar, si se trata de una instalación fotovoltaica aislada o conectada a la red. En el segundo caso, se precisa un inversor especial, capaz de sincronizarse con la red eléctrica a fin de verter la electricidad en ella. En segundo lugar, se deben considerar las características técnicas: red monofásica (230 V) o trifásica (400 V); tipo de onda (cuadrada o senoidal), y las medidas de seguridad, por ejemplo, la protección contra sobredescarga.

En último lugar, una vez escogido el tipo de inversor, se calcula su potencia. Para ello se elabora un cuadro de cargas de los consumidores de CA y, en caso de contar con ellas, un segundo cuadro para las cargas de CC. Esta lista detalle la potencia (W), tensión (V), corriente (A) y energía (Wh) de los equipos eléctricos, luminarias, enchufes, etc., así como la energía (Wh) y corriente (Ah) diarias estimadas. En esta fase de la elección del inversor se tendrán en cuenta las pérdidas, es decir, su rendimiento.

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