El anís se usa tanto en repostería como en infusiones y licores. Esto se debe a su gran sabor y aroma, pero también a los beneficios que rodean a esta planta. Es una de las plantas medicinales más antiguas, pues ya se utilizaba desde el año 2000 a.C. en Egipto y Grecia. Ahora bien, es importante no confundir los dos tipos de anís que se pueden encontrar en el mercado: verde y estrellado.
Anís verde
Pimpinella anisum, también llamada anís verde o matalahúva, es una planta anual de la familia de las apiáceas, de hojas plumosas y frutos estriados de color verde pálido, que puede alcanzar los 60 cm de altura. Se cultiva por sus semillas, usadas con fines medicinales y culinarios.
El anís verde es una planta procedente del Mediterráneo oriental, rica en carbohidratos, proteínas, vitaminas, minerales y fibra. De esta planta se elaboran postres como las tortas y las rosquillas y, además, se obtiene el anís seco, un tipo de aguardiente muy utilizado en repostería, infusiones y en licores digestivos.
Esto último se debe a que esta planta medicional es famosa por ser una buena aliada contra la indigestión, las flatulencias y la distensión abdominal. Pero, además, tiene propiedades expectorantes, antioxidantes, antiinflamatorias y tranquilizantes.
Dicho sea de paso, aunque no está probado que la matalahúga fortalezca el sistema inmunológico (propiedad que sí tiene la planta medicinal echinácea), parece ser que, en tiempos del Imperio otomano, se empleó para tratar la peste y el cólera.
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Anís estrellado
El anís estrellado también se conoce como badián o ba jiao hui xian, que en chino significa ‘hinojo de ocho cuernos’. El nombre científico de este árbol perenne que puede alcanzar los 18 m de altura es Illicium verum. De esta plana se utilizan el fruto y las semillas.
Esta variante de anís es originaria de China, India y Vietnam y cuenta con propiedades muy similares a las del anís verde, aunque destaca su capacidad carminativa (reducción de gases intestinales) y digestivas. También es diurética, analgésica, antimicrobiana y expectorante, por lo que se utiliza mucho como remedio natural contra la tos. Además, se cree que el extracto de anís estrellado tiene efectos antiinflamatorios y antialérgicos que ayudan a aliviar la dermatitis atópica.
Al igual que con el anís verde, esta planta es muy popular debido al sabor dulce similar al regaliz del anetol, un compuesto aromático también presente en el hinojo. Cuenta con un ligero toque picante y agrio, por lo que se usa mucho en los dulces de jengibre e infusiones.
De las vainas del badián de China se extrae el ácido shikímico. La industria farmacéutica lo utiliza para producir el medicamento antiviral Osetalmivir, más conocido como Tamiflu.
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Precaución: el fruto del anís estrellado japonés, Illicium anisatum, parecido a la flor de la badiana de China contiene un compuesto peligroso para la salud. Esta variedad se conoce también como falso anís estrellado. Contiene sikamina, un alcaloide tóxico con efectos estupefacientes y cardiotóxicos.
Ventajas de las semillas ecológicas de anís
Cuando consumimos cualquier alimento con procedencia ecológica, aumentamos sus propiedades beneficiosas. Y, en el caso del anís, no iba a ocurrir de forma distinta.
La mejor forma de traer a nuestra cocina esta planta de uso culinario es a través del anís procedente de granos ecológicos. Las semillas de cultivo ecológico no solamente son más beneficiosas para tu salud, sino que además lo son para el planeta. Por esta razón, te recomendamos que acudas a productores orgánicos.
Como hemos visto, el anís es altamente beneficioso para la salud, aunque debemos matizar que está contraindicado en mujeres embarazadas o lactantes y en niños menores de 12 años de edad. Si no te encuentras dentro de estos casos, te recomendamos hacer uso de esta planta en tus recetas: potenciarás el sabor de los platos y mitigarás los problemas estomacales.
