Más del 60 % de nuestro peso corporal es agua. El porcentaje de H2O en un humano adulto llega a ser del 75 % en el cerebro y del 85 % en los pulmones. El agua ayuda a transportar nutrientes y oxígeno a las células, participa en la circulación de la sangre y sirve, en forma de orina, como medio para eliminar toxinas y desechos del organismo.
Beber agua es esencial para la vida. Eso es indudable. ¿Cuánta? Hay varios mitos al respecto. Los dos litros al día son conocidos por todo el mundo. Tampoco es cierto que la OMS recomiende beber 35 ml de agua a diario por cada kg de peso. De hecho, dicha organización no recomienda beber ninguna cantidad concreta, ya que se trata de un dato variable que depende de factores como la actividad física y la temperatura ambiental. En todo caso, si la sed aprieta… ¡nada como hidratarse con un vaso de agua fría!
¿Qué agua se ha de beber? Aunque la del grifo suele ser de suficiente calidad en la mayor parte de España, hay quien opta por filtrarla a fin de mejorar el olor y el sabor. Y si tiene en cuenta la sostenibilidad, otra buena razón por la que instalar un filtro de agua en la cocina es que tales sistemas ofrecen una alternativa eficaz al agua embotellada.
Índice
Las virtudes y los límites del carbón activo
El carbón activo es una forma de carbón usada en filtros de agua como elemento filtrante por su enorme porosidad. Aunque el carbón activo no cambia la dureza del agua ni elimina nitratos o minerales disueltos, sí es eficaz contra ciertos metales —cobre y plomo— y algunos de los contaminantes orgánicos causantes de malos olores y sabores.
Tipos de filtros de agua de carbón activo según su funcionamiento
Filtros por gravedad
Los filtros por gravedad no requieren instalación. Se pueden considerar la versión grande de la jarra filtrante con filtro desechable. Funcionan sin presión ni electricidad. Aunque la velocidad de filtración es lenta, la capacidad del depósito —de 5 a 12 l— permite disponer de mayor cantidad de agua filtrada (por ejemplo, para cocinar).
Sistemas filtrantes conectados a la red
Los sistemas domésticos de filtrado de agua potable se pueden clasificar en dos grandes grupos: PDU y PDE. Los filtros PDU, punto de uso, tratan el agua de un único grifo. Por su parte, los sistemas PDE, punto de entrada, tratan el agua de toda la vivienda.
PDE
Los aparatos PDE se instalan a continuación de la acometida de agua, es decir: en la tubería principal del interior del edificio. Además de filtrar el agua, pueden descalcificarla. Son más costosos.
PDU
Al reves que los anteriores, los filtros PDU se ubican al final de la línea, esto es: en el punto de uso. Ciertos sistemas emplean un enlace en T a fin de derivar de la tubería de agua fría un grifo adicional por el que fluirá el agua filtrada. Otros, en cambio, filtran el caudal total de agua fría.
Alargar la vida útil del cartucho filtrante es una ventaja notable de los sistemas con derivación. La razón de ello es que solo filtran el agua usada para beber y cocinar. Destacan entre ellos, por su facilidad de instalación, los filtros de encimera. Constan de una carcasa para el cartucho filtrante, el grifo auxiliar y un latiguillo flexible para su conexión directa al grifo del fregadero.