Bioplástico

El bioplástico es aquel plástico que se produce con biomasa, en vez de materiales derivados del petróleo. Se pueden fabricar bioplásticos con almidón de maíz, fécula de patata o aceite de soja, entre otros. Todos estos son ejemplos de polímeros naturales. Se llama así a las moléculas largas, naturales o artificiales, en las que se repite una únidad básica llamada monómero.

Con los plásticos biobasados se pueden fabricar, por ejemplo, cerdas de cepillos de dientes biodegradables, bolsas ecológicas o envases para bebidas y alimentos (alternativa al PET).

Procesos de moldeo

Como el plástico tradicional, el plástico biodegradable, otro nombre para el bioplástico, se puede moldear por inyección o extrusión. El primero es un proceso industrial de moldeo de piezas donde se inyecta plástico fundido en el interior de un molde metálico. El molde está conformado dos bloques de metal firmemente unidos por una prensa; estos se abren, al final del proceso, para retirar la pieza.

Por su parte, el proceso de extrusión permite fabricar piezas alargadas de sección uniforme. Por ejemplo, hilo y filamento; perfiles en ángulo; pletinas; barras cilíndricas; etcétera. En este proceso de conformación, así como en la inyección, el bioplástico se funde para que tome la consistencia de una margarina. Para ello, se calientan los gránulos de bioplástico (pellets) a su punto de fusión.

La resistencia mecánica y tolerancia a la temperatura de los bioplásticos dependen de su composición.

Ventajas del bioplástico

Entre las ventajas de los plásticos BIO, está el hecho de que algunos de ellos sean biodegradables. Esto ayuda a reducir la huella ecológica y la dependencia del petróleo. En concreto, por tonelada producida, este material reduce la emisión de entre 1-3 toneladas de CO₂, en comparación con el plástico derivado del petróleo.

Después de que varios países prohibiesen las bolsas de plástico fósilderivado, la industria bolsera empezó a usar bioplástico como alternativa sostenible a los plásticos derivados del petróleo o el gas natural. Así, las bolsas ecológicas de plástico biodegradable se suman a las de tela de algodón orgánico y otras fibras textiles, como el yute o el lino.

Otra de las ventajas de los plásticos biodegradables es que se pueden obtener de residuos agrícolas. Por ejemplo: con restos de plantas provenientes de la agricultura, comida reciclada, aceites y grasas vegetales, serrín y madera, etcétera.

Bioplásticos no biodegradables

No obstante, hay bioplásticos que no son biodegradables. Por ejemplo, a partir de la caña de azúcar, se puede obtener polietileno (PE). Con las mismas propiedades que el tradicional, el PE obtenido a partir de estos vegetales tampoco biodegradable, como aquel; sí es, sin embargo, reciclable. En este caso, la ventaja del material es reducir el consumo de combustibles fósiles como el gas natural o el petróleo.

Fuentes consultadas:

• Entrada sobre bioplástico de la Enciclopedia Británica (en inglés)