Tipos de aislantes ecológicos para bioconstrucción

Aislar bien la vivienda es importante para reducir el consumo de energía. Los aislantes posibilitan ahorrar calefacción en invierno y aire acondicionado en verano.

Pero ¿por qué usar aislantes ecológicos en obra nueva o reformas? Porque mejoran la calidad del aire interior de la vivienda; porque son más sostenibles y porque son más transpirables, por ejemplo.

Los aislantes térmicos tradicionales

Desde su llegada, los aislantes térmicos basados en derivados petróleo se han usado en cámaras de aislamiento de fachadas por su eficacia y bajo coste. Ya sea en panel, proyectado o como gránulo de relleno, los aislantes plásticos basados en poliestireno son muy sostenibles, pues no se biodegradan.

De hecho, aislantes como el poliestireno expandido (EPS) o el poliestireno extruido (XPS) pueden tardar en fotodegradarse entre 500 y 1000 años. Por sí sola esta ya es una buena razón para que apuestes en tu vivienda por aislantes ecológicos. Además, los materiales que vamos a ver a continuación no son plásticos y no emiten compuestos orgánicos volátiles.

¿Por qué usar aislantes ecológicos?

En un mundo rodeado por plástico, donde cada vez se tiene más conocimiento sobre los disruptores endocrinos, es de esperar que cada vez le demos más importante a la procedencia de los materiales de construcción que ponemos en nuestra vivienda. Y los aislantes térmicos no son una excepción.

En efecto, apostar por materiales naturales para reformar o construir tu vivienda es otra forma más de llevarle la contraria al plástico. Son muchas las empresas que ya ofrecen aislantes térmicos elaborados con criterios ecológicos de sostenibilidad y con materias primas menos perjudiciales que los derivados del petróleo.

¡Así que enumeremos los aislantes ecológicos más habituales!

Tipos de aislantes ecológicos

Corcho

El corcho está entre los aislantes ecológicos más usados y demandados. La plancha de corcho, un panel rígido con un espesor de 3-10 cm es uno de los formatos más habituales. El corcho es apto para aislar paredes interiores, fachadas y tejados.

Los aislantes de corcho tienen, por su color y textura, un alto valor estético y algunas personas optan por dejarlo a la vista en interiores. Sin embargo, en el exteriores debe protegerse para evitar que se moje.

Por tanto, lo habitual es cubrirlo con teja o una cubierta verde cuando se usa en tejados. En fachadas se puede enfoscar con morteros hidrófugos. Además, algunos de estos morteros son igualmente aislantes, por ejemplo, los elaborados con cal. De esta manera se reduce aún más la transmisión del calor.

Por otro lado, con virutas de corcho se fabrica un aislante proyectable aplicable en fachadas. Es el corcho proyectado. Este corcho se proyecta con máquina sobre el edificio y no necesita recubrimientos adicionales: soporta por sí mismo la intemperie. Además, se produce en varios colores.

En resumen, el corcho es un aislante ecológico natural, reciclable y renovable; es esencial para la arquitectura ecológica.

Celulosa

Otro interesante aislante ecológico es la celulosa. Se puede usar, por ejemplo, como relleno para las cámaras de aire de las fachadas. También se pueden rellenar con ella los desvanes no practicables.

La celulosa no se presenta como el corcho en paneles, sino a granel, en forma de perlas o gránulos. Se inyecta en los huecos y cavidades abriendo agujeros en los muros y techos, o bien depositándola sobre el forjado del desván.

Los aislantes de celulosa pueden sustituir a las perlas de poliestireno, muy usadas en los supuestos mencionados.

Lino

Conocido desde la antigüedad, el lino, al igual que el corcho, sirve para fabricar paneles aislantes. Es un aislante completamente natural que se produce con las fibras textiles de la planta Linum usitatissimum. Con estas fibras también se elaboran hilo y tejidos.

Por cierto, prensando las semillas del lino se obtiene aceite de linaza, un aceite secante que sirve para proteger madera.

Fibras de madera

Así como el serrín y las virutas de madera se reutilizan para fabricar aglomerado, con fibras de madera se pueden fabricar paneles aislantes. Mezcladas con un aglutinante y conformadas en forma de plancha, ofrecen suficiente resistencia mecánica para su instalación.

Los aislantes ecológicos de fibra de madera funcionan, como casi todos, gracias al aire que queda atrapado en su enmarañada estructura. Este, menos que ningún otro, no debe mojarse o perderá sus propiedaes.

Paja

La paja es más un material de construcción que un aislante (véase: Red de Construcción con Paja). Los balas de paja resultantes de la cosecha del trigo se usan en sus distintos tamaños para levantar muros de gran espesor.

Según el proyecto, las construcciones de balas de paja pueden ser autoportantes, o usarlas a modo de cerramiento. En este caso, se disponen como si fuesen fábrica de ladrillo entre los huecos formados por la estructura de metal o madera que soporta el tejado y las plantas del edificio.

Aquí tienes una foto de la construcción de una nave industrial con estructura de madera y cerramiento de balas de paja:

La paja es un aislante térmico magnífico. Lo saben bien quienes hayan tenido la ocasión de entrar en una casa de paja en un verano caluroso: su interior se conserva fresco.

De hecho, la temperatura interior de las viviendas de paja es agradable todo el año. Producen un efecto parecido al de las casas enterradas o las cuevas. Y sin apenas gastar energía.

Cortada en balas de menor tamaño y debidamente revocada también se usa como aislante, en el llamado sistema SATE. SATE son las siglas de Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior.

Cáñamo

Al igual que el lino, el cáñamo también sirve para fabricar paneles aislantes. Las fibras textiles del cáñamo son resistentes y se combinan a veces con otros textiles para fabricar ropa ecológica, por ejemplo: camisetas de algodón orgánico y cáñamo.

La planta de la que se extraen las fibras de cáñamo es el Cannabis. Con ella se fabrica también aceite de cáñamo, cuerda y estopa para fontanería.

Arcilla expandida (arlita)

Arlita es una marca comercial de arcilla expandida. Como Kleenex o Tipp-Ex o Maicena, Arlita es una marca que se ha vulgarizado.

La arcilla expandida se fabrica sometiendo a la arcilla a un proceso industrial que la hace porosa. De esta manera, almacena una gran cantidad de aire en su interior. Es este aire ocluido el que la dota de propiedades aislantes.

Por su aspecto, la arlita recuerda a unos cereales inflados de chocolate para desayuno. Estas ligeras y aislantes bolitas se usan, por ejemplo, como recrecido y relleno en casas antiguas cuya estructura de madera no admite altas sobrecargas. Con ella se construyen forjados aligerados que son a un tiempo aislantes.

Fibra de coco y algodón

Mezclando fibras textiles de algodón y coco se consiguen aislantes ecológicos similares a los de fibra de madera, cáñamo o lino.

Ojo, la mayor parte del algodón se cultiva en países en vías de desarrollo donde las condiciones de trabajo son indignas para agricultores y trabajadores. Además, requiere el uso de pesticidas tóxicos.

Por ello, considérense ecológicos los aislantes de coco y algodón solo si su fabricante certifica el cultivo ecológico y sostenible del algodón, y acredita condiciones laborales éticas para los trabajadores.

Otras ventajas de los aislantes ecológicos con respecto a los tradicionales

Como hemos visto, los aislantes ecológicos son naturales, reciclables o reciclados y sostenibles. Además, la mayoría de ellos son transpirables. Que la vivienda respire es importante para evitar la condensación, el moho, ambientes insálubres…

Además, los aislantes ecológicos no emiten compuestos orgánicos volátiles (COV), a diferencia de de plásticos como la espuma de poliuretano y los poliestirenos extruidos (XPS) y expandidos (EPS).