La corteza muerta del Quercus suber, un árbol de porte medio más conocido como alcornoque, es lo que conocemos como corcho. Este material natural es en la actualidad uno de los más ecológicos, sostenibles y biodegradables.
Por ejemplo, las planchas de corcho se usan en la construcción de viviendas por ser un excelente aislante térmico. Es por ello que la bioarquitectura recurre a él con frecuencia. Otra alternativa a los aislantes convencionales es el corcho proyectado.
En efecto, el corcho, a pesar de su resistencia, es biodegradable. Se degrada mucho más rápido que el poliestireno expandido (EPS), el extruido (XPS), la espuma de poliuretano (PU) y otros aislantes derivados del petróleo. Pero el corcho también se usa fuera del sector de la construcción en muchos otros productos: desde esterillas de yoga hasta monederos de piel de corcho.
Índice
Ventajas del corcho como material ecológico
Del corcho se valoran su ligereza y resistencia. Una ventaja importante es esta: para producirlo no hay que talar árboles, ya que la corteza del alcornoque se regenera cada año.
Por otro lado, el corcho es, como ya hemos dicho, muy aislante: su coeficiente de conductividad térmica es bajo, por lo que no transmite el calor. Por ejemplo, en forma de esterilla de yoga bloquea el frío que asciende de un suelo frío.
En definitiva, ser biodegradable, reciclable y sostenible son las tres principales ventajas del corcho como material ecológico. Pero no hay que olvidarse de su estética.
De hecho, en decoración se escoge como revestimiento de paredes por este motivo, incluso en forma de lámina muy delgadas (pocos milímetros), en la cual las propiedades aislantes son casi inexistentes.
Aplicaciones
El corcho no es solo sostenible, también es uno de los materiales más versátiles que existen. Por ello, es uno de los materiales más demandados para elaborar productos ecológicos.
El corcho lo encontramos en múltiples formas: como tablero de oficina, tapón en botellas de vino y cava, mango de cazuelas y sartenes, suelos y paneles en paredes… ¡Existen incluso ladrillos de corcho! Que sirven como bloques para practicar yoga.
En la construcción el corcho se ha usado desde siempre como aislante. En el invierno, evita la pérdida de calor en los hogares y reduce el consumo de calefacción. De igual forma en verano, el del aire acondicionado. Ya que bloquea el calor del exterior y mantiene fresca la estancia.
No obstante, como aislante térmico los espesores han de ser elevados: mediremos las planchas en centímetros, jamás en milímetros. En otros términos: los rollos delgados de corcho son poco más que decorativos.
Pero ¿qué espesor necesito para usarlo como aislante térmico?
Se consiguen notables mejoras en aislamiento a partir de 4-8 cm de espesor. Todo depende, claro, de la zona en que se ubique la vivienda: una casa en el interior peninsular requiere más aislamiento que una en la costa mediterránea.
No obstante, si se trata de obra nueva o una reforma en la que se van a renovar las cámaras de aislamiento de las paredes, es aconsejable instalar paneles ecológicos de 4 cm como mínimo.
¿Y en suelos y paredes? Los revestimientos de corcho decorativo para paredes tienen entre 5-12 mm de grosor. En pared, como hemos visto esto, el rendimiento de estas placas es moderado.
Sin embargo, en un suelo la cosa cambia completamente. La sensación de pisada en un suelo de corcho es muy agradable. Es un material de tacto muy cálido, incluso superior al parqué. ¡Es perfecto para ir descalzo por casa!
Formatos de aislantes
El corcho como aislante térmico se puede instalar en el interior o el exterior de la vivienda. La tecnica de aislamiento por fuera del edificio se conoce como sistema SATE: Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior y también es compatible con otros aislantes (sintéticos).
En cualquier caso, las planchas que se usan como aislante para fachadas suelen ser gruesas y de color oscuro. Por otro lado están los rollos de corcho. Se fabrican en ancho variable: 35-150 cm. El largo de la bobina varía según el modelo, así como su espesor, que oscila entre 2-6 mm.
Conclusión
El corcho ecológico es un material sostenible y nada contaminante. Es una alternativa que reduce el impacto sobre el medio ambiente, en comparación con los tradicionales aislantes de plásticos derivados del petróleo.
Por su versatilidad el corcho se usa en distintos sectores: construcción y decoración, menaje, bricolaje, material escolar, oficina, cocina… Posee excelentes propiedades térmicas y es muy ligero.
Más recientemente, los fabricantes de mobiliario han decidido igualmente apostar por este material. Tiendas de muebles lo muestran en tableros de mesas, bancos, taburetes o sillas.
