Usar marcadores fluorescentes de usar y tirar es cosa del pasado. Todo el mundo lo sabe. ¿Tiene algún sentido comprar un subrayador fluorescente nuevo una vez que terminado? Hoy es más fácil que nunca dejar de usar material de papelería de usar y tirar.
Stabilo, Faber y Staedtler nos ofrecen sistemas de cartuchos o tinta rellenable para reutilizar nuestros subrayadores fluorescentes. Porque quieres ver un albatros vivo sin plástico en su estómago. Y porque para subrayar tus apuntes ya no hace falta destruir el planeta.
Por otro lado, ¿piensas seguir tirando tu dinero en subrayadores de usar y tirar?
Ultima actualización de precios: 2021-02-27 a las 04:28
Tirar a la basura un marcador fluorescente cuando se agota su tinta para después reemplazarlo por uno nuevo no solo es antieconómico: medioambientalmente también es un aberración.
Han tenido que pasar muchos años para que nos dieramos cuenta de esto. Afortunadamente, ya podemos comprar varias alternativas ecológicas para abandonar los subrayadores de un solo uso.
Las principales marcas de material de oficina ya nos ofrecen tinta o cartuchos para rellenar marcadores fluorescentes.
Índice
¿Cómo se rellena un subrayador fluorescente?
Cada fabricante ofrece un sistema diferente. Todos son efectivos pero algunos están mejor diseñados que otros. Stabilo, por ejemplo, ofrece unas recargas para rellenar sus marcadores fluorescentes que funcionan mediante presión. Mientras que Staedtler y Faber-Castell ofrecen unos pequeños tinteros de tinta fluorescente que asciende por capilaridad.
En cualquiera de los dos sistemas se recomienda no esperar a que estén completamente secos para hacer la carga.
Tinta para rellenar marcadores fluorescentes Stabilo
Stabilo utiliza un sistema de recargas individuales para sus marcadores Stabilo Boss. Solo son compatibles con este modelo, es su principal inconveniente. Para rellenar el marcador tenemos que acoplar la carga en la punta del marcador hasta que suene un pequeño click. Después la presionamos hasta que vaciamos en él rotulador toda la tinta.
La ventaja de este sistema es que la recarga de tinta es inmediata. El rotulador queda listo para ser usado en el acto.
El sistema tiene dos inconvenientes: se genera más plástico que con los tinteros y además solo sirve para un modelo de subrayador fluorescente, en este caso el Stabilo Boss original. Es algo más barato que comprar un rotulador nuevo aunque no mucho más.
Tinta para rellenar marcadores fluorescentes Staedtler
Staedtler prefiere utilizar tinteros de tinta fluorescente para rellenar sus marcadores Textsurfer.
Ecológicamente hablando, la estación de tinta fluorescente de Staedtler es una solución mucho más sostenible que el sistema de Stabilo. Además, gracias a su funcionamiento se evitan derrames de tinta ya que el marcador no es capaz de absorber más tinta de la que necesita.
Una ventaja de las recargas de tinta Staedtler es que sirven para rotuladores fluorescentes de otras marcas, siempre que la punta encaje bien en el frasco.
El inconveniente de este sistema es que no es inmediato. Depende de lo gastado que estuviera el subrayador la carga tarda entre 2 y 4 horas en completarse.
Tinta para rellenar marcadores fluorescentes Faber-Castell
La tinta para rellenar marcadores fluorescentes de Faber-Castell, al igual que la Staedtler, funciona mediante sistema de recarga capilar.
El sistema de cierre hermético de su tapa permite llevarlo en el bolsillo. La tinta fluorescente Faber-Castell está basada en agua y es resistente a la luz. El sistema de ascenso por capilaridad evita sobrecargar el marcador fluorescente.
Así que ya no tienes que tirar tu subrayador fluorescente cada vez que lo gastes. Gracias a los sistemas de recarga de tinta podrás rellenarlo, ahorrar algo de dinero y echarle una mano al planeta.
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Ventajas e inconvenientes de las recargas de tinta para subrayadores
Los sistemas de recarga de tinta fluorescentes son muy efectivos para reducir los residuos plásticos que generamos pero tienen algunos inconvenientes.
Primero, mucha gente se queja de que el precio no es todo lo barato que debería ser. Es cierto que no se ahorra demasiado dinero en cada recarga respecto a comprar uno nuevo de usar y tirar. Pero se trata de reducir el uso de plásticos, así que podemos aceptarlo. También parece probable que el coste de la tinta sea mayor al del plástico en sí (que es extremadamente barato y por eso abusamos de ellos).
El segundo problema es que no todas las marcas ofrecen repuestos de puntas. Eso significa que si la punta de tu subrayador está manchada de polvo, arañada y desgastada por el uso empezará cada vez a subrayar peor y también le llevará más tiempo completar la recarga. Y después de muchas recargas hay que sustituirlo por uno nuevo.
Y para tomar apuntes, podemos utilizar bolígrafos ecológicos y papel A4 reciclado, por supuesto.
