Se presentan como la alternativa sostenible a la bayeta de microfibras. Son las bayetas ecológicas de celulosa y algodón. Un material biodegradable y respetuoso con el medio ambiente que, además, no desprende fibras de plástico.
Multiusos, efectivas y muy absorbentes, estas bayetas ecológicas no acumulan ni humedad ni malos olores, ya que se secan rápido. Además, están libres de químicos nocivos. De hecho, están hechas exclusivamente con materiales naturales: pulpa de celulosa y fibra de algodón.
Puedes usar estas bayetas de celulosa para limpiar distintos tipos de superficies. Por ejemplo: encimeras de cocina y baño; muebles de jardín; mesas de oficina; el habitáculo del coche…
Ultima actualización de precios: 2021-02-26 a las 18:28
Índice
Ventajas de las bayetas ecológicas de celulosa y algodón
Vamos a ver cuáles son las ventajas que las bayetas ecológicas de celulosa y algodón tienen frente a las convencionales. Es decir, las fabricadas con materiales sintéticos como la microfibra.
Desde el punto de vista medioambiental, la ventaja más importante de las bayetas ecológicas de celulosa es que son más sostenibles, puesto que son biodegradables. Además, el tejido se seca muy rápido, por lo que no acumulan humedad, y por ende, tampoco malos olores.
Pero ¿de qué están hechas? Estas bayetas están fabricadas con un 70 % de celulosa (un biopolímero natural extraído de la pulpa de madera) y un 30 % de algodón. Este tejido mixto es muy resistente. De hecho, cada bayeta soporta hasta 50 ciclos de lavado de lavadora y dura unos dos meses.
A la larga, estas bayetas ecológicas de cocina son muy económicas. La vida útil de cada una de ellas equivale a unos 15 rollos de papel de cocina convencional. Son similares al papel de cocina reutilizable de bambú, pero más gruesas y duraderas, y con textura de esponja.
En cuanto a su capacidad de absorción, las bayetas de celulosa son tan absorbentes como las de microfibra. O posiblemente más, pues la textura de este tejido especial permite que el paño absorba hasta 20 veces su peso en agua.
Por otro lado, dado que son más pequeñas de lo habitual, a la hora de escurrirlas, es muy fácil eliminar la mayor parte del agua. Además, esto hace que se sequen rápidamente. Y como no se quedan húmedas, se evita la proliferación de gérmenes productores de malos olores.
Por cierto, las bayetas de celulosa están fabricadas en Europa (Alemania). Una empresa familia llamada Superscandi las elabora con materiales de primera calidad.
Tipos de bayetas de limpieza
Por supuesto, no todas las bayetas son iguales. Según la superficie que vayas a limpiar, siempre encontrarás una gamuza que hará mejor el trabajo.
Sin embargo, las bayetas multiusos funcionan bien distintos materiales. Hablamos de las bayetas amarillas de toda la vida. También de las gamuzas azules tipo spontex o vileda.
Son muy diferentes: la bayeta amarilla es poco absorbentes. Las azules, en cambio, tienen una textura más esponjosa y aborben más líquido. Por otro lado, también hay bayetas específicas para limpiar cristales, que apenas sueltan fibras.
Además, en los últimos años, se han popularizado son las bayetas de tela de microfibra. Por dos motivos: primero, su alta absorción de agua; y segundo, porque son muy efectivas atrapando el polvo.
Y aquí es donde cabe preguntarse: ¿en qué sentido es mejor la bayeta de algodón y celulosa frente a la multiusos de microfibra?
¿Son mejores las bayetas de celulosa o las de microfibra?
La microfibra es un tipo de fibra sintética ultrafina, más delgada incluso que un denier. Y te preguntarás ¿qué es un denier?
El denier, una palabra de origen francés, es una unidad de medida textil que nos indica el peso de la fibra. Como referencia usa una fibra nueve mil metros de largo.
Por supuesto, esos nueve kilómetros no son casuales. La medida se inventó para comparar unas fibras con otras. Se quería hacer en gramos. Y eso exigía que la fibra original, que era de seda, pesara exactamente un gramo: ni más ni menos.
En resumen, el denier nos indica cuánto mide una fibra de seda de un gramo de peso. Es decir, una fibra de 1 denier siempre pesa un gramo. Y si es de seda medirá 9 km.
Pues bien, la microfibra es una fibra mucho más fina que la seda: mide una décima de denier. Esto es: para conseguir un gramo se necesitan… ¡nada menos que 90 km de microfibra!
Ahora bien, la bayeta de limpieza de microfibra se fabrica con fibras de poliéster o nailon (mezcla de poliéster y poliamida). Además, pueden ser tejidas o no tejidas.
Las mejores bayetas de microfibra se fabrican con una técnica especial que divide la fibra original en múltiples filamentos. Si observas al microscopio su sección transversal, la fibra parece un asterisco:
Como resultado, por tener más superficie de contacto, las fibras multifilamento absorben más y limpian mejor. De hecho, la microestructura de la microfibra atrapa el polvo y los líquidos de manera muy efectiva.
Sin embargo, aunque son buenas limpiando, estas bayetas (y toda prenda de microfibra) tienen una seria desventaja.
Impacto medioambiental de la bayeta de microfibra
Un estudio realizado por la marca Patagonia y la Universidad de California demostró un hecho terrible: cada vez que se lava en la lavadora una chaqueta sintética de microfibra, se liberan hasta 1,7 g de fibras.
Las diminutas fibras sintéticas viajan por el desagüe. Y llegan a las plantas depuradoras de agua. Por su minúsculo tamaño, los equipos de depuración no las pueden eliminarlas en su totalidad. ¿Ya se echa de ver lo que sigue?
Como resultado, las fibras acaban llegando a ríos, lagos y océanos. De esta forma, empeoran la contaminación global de plásticos que sufre la Tierra. ¡Ojo!, se estima que hasta un 85 % de los residuos que llegan a las playas son precisamente: microfibras.
La conclusión es que la bayeta de microfibras es magnífica para limpiar pero pésima para el planeta. En comparación, las bayetas ecológicas de celulosa y algodón no están fabricadas con fibras tan delgadas. Ni mucho menos.
Sin embargo, se someten a un proceso especial que crea una textura de rombos en su superficie. Este patrón aumenta forma notable su capacidad de absorción: retienen hasta 20 veces su peso en agua.
Así, esta nueva tecnología permite fabricar bayetas tan efectivas como las de microfibra, sin su impacto medioambiental. Pero, además, las bayetas ecológicas de celulosa y algodón son biodegradables. Por el contrario, las de microfibra no lo son y están fabricadas con productos derivados del petróleo.
¿Y bien? ¿Te animas a cambiar de bayeta? ¡Recuerda compartir este artículo y dejar tu valoración y comentario!